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Cuando sales por la puerta de tu casa, no piensas dos veces si lo esencial de la vida funcionará.

El agua fluye de tus grifos. Las luces se encienden. Los estantes están llenos de comida. La vida se siente estable y confiable. Pero detrás de esta ilusión de estabilidad se esconde una dura verdad: estamos al borde del colapso.

Los sistemas de los que dependemos, nuestros alimentos, energía y medio ambiente están bajo una enorme presión. El cambio climático se está acelerando. Los recursos se están acabando. La desigualdad está creciendo en todo el mundo. Durante décadas, hemos elegido la conveniencia antes que la sostenibilidad, las ganancias antes que el propósito y la competencia antes que la colaboración. Hemos creado un mundo que parece construido para hoy pero que se está desmoronando para el mañana.

Y ahora, a medida que se acerca el año 2035, las grietas están por todas partes. Las inundaciones y los incendios están destruyendo comunidades enteras. Las guerras por el agua, la energía, los credos y las creencias están empeorando. El hambre, las enfermedades y el desplazamiento se están extendiendo rápidamente.